La diferencia es que un proceso de purificación es el que elimina impurezas no deseadas del agua por adsorción, destilación, radiación UV o intercambio iónico como ya lo mencionamos; y un proceso de filtración, solo impide el paso de las partículas sólidas a través de un filtro o malla, mientras el líquido fluye a través de él. Los filtros de membrana muy finas (microfiltración, ultrafiltración u ósmosis inversa) pueden retener virus, bacterias, sales y minerales.
En resumen, cuando hay elementos naturales o añadidos ya sean disueltas o microscópicas en el agua como un contaminante, se considera realizar una purificación, y cuando hay sedimentos o impurezas sólidas se considera una filtración.
Normalmente en los hogares y la industria para mejorar la calidad de agua:
Estos dos sistemas se instalan como primer paso y sistemas de purificación como pasos posteriores.
Podemos concluir que, ya que ambos procesos se combinan, el término purificación parece un poco confuso, por lo que algunas empresas evitan usar el término en el etiquetado. Esta es una razón por la que muchos sistemas de tratamiento de agua se etiquetan como filtración, en lugar de purificación. Es más común denominar “filtro de agua” a un producto para purificar agua, porque es así como se busca comúnmente, pero el término correcto debe ser “purificador de agua”.